El diablo pensó inteligente y siempre estaba al acecho para ver si alguien llamó distraído a predicar sus partidos.
Un día pensó que Dios estaba distraído y que estaba haciendo la siguiente petición:
- Señor, tú que poseen tantos árboles me dieron dos, fresa y naranja.
El Señor le dijo:
- Pregunta cuando los árboles no tienen flores ni frutos.
Pero siempre tienen flores de color naranja y la fresa o la fruta, tal vez incluso dos a la vez. Debido a esto, el diablo nunca puede volver a hablar de estos dos árboles.
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