Un día, un taxista José Bonifacio corrió por la avenida en frente del cementerio de Santa Isabel, cuando una hermosa mujer joven asintió con la cabeza.
Se detuvo y tomó el taxi. Le dieron una vuelta en la ciudad y él la trajo de vuelta al cementerio. A la salida, ella le dijo que entrase en casa de sus padres. Le dio la dirección.
Al día siguiente, fue encargado dinheiro.encontrou la casa, llamó a la puerta un hombre se acercó a saludarlo. Dijo que había venido a recoger el dinero para el taxi que su hija había hecho.
Tienes todos los sospechosos y dijo que su hija no había salido por la noche.
La mayor sorpresa fue cuando el padre le dio al conductor su nombre y le dijo cómo estaba y ella se vistió fue.
El padre dijo que no era posible, que su hija ya había muerto unos años.
-¿Tiene la casa equivocada, dice el conductor.
Luego, el conductor comenzó a ver algunas fotos que estaban en la pared y dijo:
- Es esa chica.
El conductor dejó perplejo, casi loco, sin saber lo que había sucedido la noche anterior.
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